¡¡HALLOWEEN!!

     

Llegó el 31 de octubre, y con este día...¡¡¡¡Halloween!!!! Como a la maestra le gusta mucho este día y sobre todo hacer manualidades, pensó que ese día podríamos hacer algunas muy chulas para llevárnoslas a nuestras casas. 

Además, la maestra encontró por Internet una versión terrorífica del juego de cartas Dobble; en el cual trabajamos la percepción y atención. En clase, durante ese día hicimos un torneo de Dobble terrorífico, llegando a una semifinal y a una final donde el ganador fue nuestro compañero Aitor. Como podéis ver    ¡nos lo pasamos muy bien!

También, la semana anterior estuvimos escribiendo cuentos de terror para el concurso que había preparado nuestra maestra y bibliotecaria Esther. La maestra se los leyó y seleccionó el que más le gustó. Este año el compañero que ha ganado ha sido Ismael, quien escribió un cuento de terror con un final feliz. En las siguientes fotos podéis ver la actividad realizada en la biblioteca, donde pudimos ver que tenemos disponibles libros de terror seleccionados para nuestra edad. Allí, también leyeron sus cuentos los ganadores de las clases de 4º B y la nuestra. 

Para nuestra sorpresa, el maestro Alex nos preparó en el gimnasio una gymkana del terror. Allí estaban nuestros compañeros mediadores ayudando a explicar todos los juegos. ¡Nos lo pasamos de miedo jugando! 

Después de jugar nos entró mucha hambre y le preguntamos (unas doscientas veces jajaja) a la maestra si podíamos desayunar, pero ella, nos dijo que nos había preparado un desayuno de miedo. ¡No nos lo esperábamos y estaba riquíiiiiiisimo! El desayuno era: dedos de momia con hojaldre, minipizzas de momia y de postre... ¡gelatina con ojos! Además, la mamá de nuestros compañeros Juan Carlos y Leyre nos trajo unas galletas que hace ella que son muy bonitas y están muy ricas. 

 

Como colofón final, nuestra bruja favorita (ella se llama la bruja apestosa) vino a recoger los miedos para quemarlos en su caldero. Durante esos días trabajamos el miedo en clase como una emoción, ya que a veces sentimos miedo pero no somos capaces de reconocerlo ni de expresarlo.

Por ello, también la maestra preparó un monstruo come-miedos, el cual selló para que los miedos que metimos ahí, no vuelvan a nosotros.